domingo, 4 de diciembre de 2011

Existiò una Fabrica de Dulces... una grande que hizo grande al pueblo...

                                    El charabón

         Sus comienzos datan allá por el año 1935, cuando Don Alfredo Giuliani instala una pequeña quesería.
Luego le fueron sucediendo Don Atilio Galli; Montanari y Grosso. Esta última firma contaba  como encargados a Boffadossi  y Villegas.
       En 1946 llega un estanciero, Don Santiago Benito  O’ Conor, hombre con convicciones de trabajo, quien compra la propiedad y surge la firma “El Charabón” que el mismo supervisa y representa. En poco tiempo se modificando la estructura del edificio y la calidad del producto, razón por la cual contrata  a un “tano” que se hace cargo de la elaboración de quesos, se trata de Julio Sanichelli a quien acompañaban Edo Carbini, Gregorio Olmos, Ignacio Nabarlat, (entre otros ).Para dar mayor impulso a la cuenca lechera, don Santiago, instala en su propia estancia dos tambos de gran producción (aprox. 2.000 litros cada uno) que fueron explotados por familias numerosas (Ponce, Dibelli, Bruni, Barrón, y Don Marcos Sosa y Matiacci en el establecimiento “La Primavera”, propiedad de la fabrica). 
        Ya en plena producción, llega a la administración de la planta fabril, Don  José Félix Aguilar y pasa a desempeñarse como encargado de personal el Sr. Efraín  Nazarala.De ahí en más se agregan productos de primera línea para el mercado con la marca “El Charabón”, que son dulces de leche, caramelos, y leche condensada. En 1953 se instala una línea telefónica.
          En 1956 muere Santiago Oconor; y toma posición de la firma la sociedad conformada por Dianda  y el hermano de Santiago Oconor la fabrica cambia de nombre y comienza a llamarse “Cremalín”. En la industria llegaron a trabajar 315 personas, se recibían entre 60 y 70 mil kg de leche diarios provenientes de 32 tambos. El recorrido era realizado por 8 camiones pertenecientes a la fábrica y a otros camioneros. Posterior mente se comienzan a utilizar camiones con acoplados, y furgones refigurados. Tiempo después, Dianda y Oconor se asocia a una firma que absorbe la mayor parte de las acciones, nos referimos a Bonafide S.A.
           A partir de esa fecha, se suman a la elaboración de productos que requieren más seguridad en refrigeración. Es entonces cuando el señor Wolf, representante de la empresa, opta por contratar los servicios de transportes Conter, con algún camión de transporte Stelo de Canals. Diariamente se despachaban de 40 a 40 mil Kg. De distintos productos ya elaborados 
            Hoy, este pueblo alberga la esperanza de que en tiempo no muy lejano, ese edificio, donde funciono la fabrica láctea que llego a ser las más grande de Gral. López y se cerró definitivamente sus puertas un 15 de diciembre de 1978, deje de ser historia y sea nuevamente realidad. 

3 comentarios:

  1. Es lastimoso ver que en pocas décadas se serraron tantas fabricas de distintos rubros,en mi caso trabaje en una planta de La Serenísima en también serrada en 2016

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  2. Hermosa historia aún que no llegue a conocer a mi abuelo pero mi papá corrió de chico en esa fábrica.. Efraín Nazarala

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  3. Existe un libro de los 100 años de San Francisco, esta digitalizado?
    Felicitaciones por el blog!

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